
Nací hace 49 años en la Patagonia Argentina. Soy Valentina Hassan, mentora internacional y creadora de Nueva Presencia un programa innovador en abordaje terapéutico. Con más de 25 años desarrollando negocios en distintas industrias —hotelería, gastronomía, arte, indumentaria, joyería, educación y terapias— hoy ayudo a mujeres lideres a nivel comercial y personal a transformar su profesión en un negocio sólido, rentable y libre.
"Dos caminos, una misma misión: que vivas de lo que amás con inteligencia y libertad."
AQUÍ MIS PROGRAMAS
Mi programa terapéutico esta diseñado exclusivamente para que logres más rápido tus objetivos. Un equipo de profesionales expertas al servicio de tu Nueva Presencia.
Si eres emprendedora, terapeuta holística, coach o profesional del desarrollo personal, la INCUBADORA DE NEGOCIOS INTELIGENTES esta diseñada para crear un negocio que equilibre logro profesional y tiempo libre o si lo tenés creado llegar a las personas correctas con un servicio renovado.

"No enseño solo a vender más. Te enseño a construir un negocio inteligente que te sostenga."
Mezclo visión estratégica con mirada humana. Porque el éxito no sirve si perdés tu presencia.
Mi cambio de vida.
Como muchas personas, un día me di cuenta de que vivía en automático.
Habían pasado 14 años de repetir, perfeccionar y sostener un patrón que me daba seguridad, pero me desconectaba de mí.
Trabajaba entre 12 y 14 horas al día, convencida de que superarme a mí misma era sinónimo de éxito.
Hoy sé que aquella entrega excesiva era la evidencia de una noción precaria de límites.
Durante ese tiempo, construí una carrera brillante en el mundo de la hotelería y la restauración:
Pasé de camarera a gerente, liderando equipos de más de 120 personas.
Me apasionaba ese mundo —por eso lo di todo—, pero también sacrifiqué mi bienestar, mi tiempo y mi presencia.
Vivía más en el hacer que en el sentir.
Hasta que un día, dije basta.
Renuncié a la relación de dependencia y me lancé a emprender.
Monté dos restaurantes, porque era lo que sabía hacer.
Pero la vida en automático siguió… hasta que pisé el freno por completo.
Vendí, cerré, solté.
Y me hice la gran pregunta:
"¿Y ahora qué?"
Tenía ahorros para vivir ocho meses. Me mudé de ciudad.
Volví a estudiar —psicología y filosofía—, me reencontré con el yoga, con la lectura y conmigo misma.
Fue entonces cuando una amiga me dijo:
"¿Conocés las constelaciones familiares?"
Y así comenzó una transformación profunda.
Un nuevo faro alumbró mi camino.
Yo solo me animé a recibir su luz.
Desde allí, mi vida cambió de dirección.
Emprendí un recorrido de formaciones y transformaciones que me llevaron a crear en 2021 el programa terapéutico Nueva Presencia, y más tarde, la Incubadora de Negocios Holísticos Inteligentes, donde hoy acompaño a mujeres profesionales a rediseñar su vida y su negocio con estructura, conciencia y libertad.
Hoy, mi trabajo integra mentalidad, emoción y estrategia.
Ayudo a otras mujeres a recuperar su poder, claridad y libertad, para que vivan la vida que sueñan y lideren negocios que las sostengan —no que las consuman—.
Porque si algo aprendí, es que el verdadero éxito no está en hacer más, sino en hacerlo con dirección y presencia.

Formaciones y membresías internacionales.
- Certificada por The Somatic Experiencing® Trauma Institute para el abordaje de renegociación de trauma y tratamiento de síntoma de estrés postraumático. Conoce aquí sobre> Somatic Experiencing®
- Certificada 2020 del Curso Universitario de Medicina del Estrés y Psiconeuroinmunoendocrinología de Asociación Médica Argentina.
- Formada en Constelaciones familiares en el Centro Latinoamericano de Constelaciones Familiares y Herramientas Sistémicas.
- Certificada como Profesora de Yoga por la Federación Argentina de Yoga. Mat AR239/2015.
- Certificada en Programación Neurolingüística.
- Miembro de A.E.S.E. - Asociación Española de Somatic Experiencing®.
- Miembro de A.M.A. - Asociación Médica Argentina.
- Miembro de S.A.M.E.S. - Sociedad Argentina de Medicina del Estrés.
- Miembro de A.B.T - Associação Brasileira do Trauma.
¿Qué NUEVA PRESENCIA quieres crear?
Un poquito sobre mi. Relato corto.
¿Cómo te llamas?
Valentina Hassan.
Valentina solo? Siempre me decían.
A mí me alcanzaba, siempre me gusto mi nombre, y por imitación aprendí a deletrear mi apellido, confieso esperar ansiosa a que me digan: Cómo se escribe?, puedo recordar en el cuerpo la sensación de orgullo por el dominio del deletreo.
Ache, a, ese, ese, a, ene.
Me atraía estar con las personas grandes, oírlas conversar, verlas trabajar, verlas hacer lo que sabían hacer y preguntar, preguntar y preguntar, así me sentía parte de lo que sucedía.
En mi mundo interno desde muy temprana edad estuvo el sueño de viajar, de noche me imaginaba que estaría haciendo una persona en el mismo momento, pero en un lugar lejano, fue tal vez mi primera manera de conocer otros mundos, tal vez sea herencia de mis ancestros migrantes mi espíritu nómade me ha llevado a pisar los suelos de Brasil, México, Chile, España, Italia, África, Uruguay, Colombia, Panamá, Costa Rica, Rumania, Francia, Turquía y muchos lugares de Argentina.
Abuelos y abuelas de historias curiosas, cobijo, legados y ricas comidas, hija de una pareja de apasionados emprendedores, que de lo que amaban hacer ambos crearon nuevos mundos, allí mismo, donde vivíamos.
Ya de niña me atraía la autonomía, siempre queriendo ir un poco más lejos de lo que me daban permiso.
Mi primer emprendimiento fue la venta de pulseras hechas con cables de teléfono, claro que no las había inventado yo, vi que las hacía otra niña, al final siempre alguien nos inspira a crecer.
Comparto la vida hoy con 4 hermanos, ellos me han enseñado a dar, a reclamar, a aconsejar, a aprender, a abrazar, a callar y acompañar, a llorar y a reír hasta las lágrimas.
Cuando me forme en constelaciones hace 10 años fue un regalo para mí reconocerme parte de una enorme familia, me había acostumbrado a decir somos poquitos, eso pasa cuando trabajas tu árbol genealógico y se hace evidente cuantas personas vivieron antes que vos para que la vida te encuentre. Siento esa fuerza familiar conmigo a donde voy porque yo soy ellos.
A mí siempre me gusto vivir, en momentos se me hacía más difícil, duelos, problemas económicos, adaptación sistemas laborales, nuevas reglas, el encuentro con personas amables y no tanto, seguro al leerme puedes recordar casi los mismos ejemplos en tu vida, al final no somos tan distintos los seres humanos.
Y a la vez, todos tenemos algo que nos hace únicos y libres de vivir la vida como la queremos y vamos pudiendo vivirla. A veces las heridas nos hacen pensar que ya no existen nuevas posibilidades.
El autoconocimiento es un proceso que nos ayuda a comprender y a la vez nos mueve memorias, de las conscientes e inconscientes y las pone a jugar, así como es la vida que no pregunta.
Y claro que trabajar conmigo misma me ayudo a sanar muchas de mis heridas, a transformar mi vida significativamente con apoyo profesional. Eso me llevo a querer profundizar en trauma, en las huellas que las experiencias me habían dejado en mi sistema nervioso, como también esquemas mentales y corporales de supervivencia, hoy me hace muy feliz facilitar ese proceso a otras personas, acompañarles a crear una NUEVA PRESENCIA en su día a día y en sus proyectos.
Muchas personas me han inspirado, enseñado y tomado la mano en la vida tanto personal como profesional.
Aprendí, que es con otros, la posibilidad de vivir una existencia expandida, creativa, feliz.
Aprendí a atreverme.
Aprendí que mi decisión de ir siempre hacia un mejor lugar fue fundamental para que mi vida sea como es hoy.
Aprendí a cuidar mi cuerpo, el que me acompaña desde antes de salir al mundo, ese que crecía día a día y se preparaba para la aventura de vivir.
Aprendí de mis parejas, de todas, esas experiencias me hacen ser quien soy.
Aprendí de trabajar durante años en relación de dependencia 14 horas por día.
Aprendí a gestionar mis propios tiempos, ingresos y vivir coherente a mi espíritu nómade.
Aprendí a, SIEMPRE, seguir aprendiendo.
Gracias por tomarte unos minutos para leerme. El tiempo es lo más valioso que tenemos.
Valentina
Valentina Hassan.
Valentina solo? Siempre me decían.
A mí me alcanzaba, siempre me gusto mi nombre, y por imitación aprendí a deletrear mi apellido, confieso esperar ansiosa a que me digan: Cómo se escribe?, puedo recordar en el cuerpo la sensación de orgullo por el dominio del deletreo.
Ache, a, ese, ese, a, ene.
Me atraía estar con las personas grandes, oírlas conversar, verlas trabajar, verlas hacer lo que sabían hacer y preguntar, preguntar y preguntar, así me sentía parte de lo que sucedía.
En mi mundo interno desde muy temprana edad estuvo el sueño de viajar, de noche me imaginaba que estaría haciendo una persona en el mismo momento, pero en un lugar lejano, fue tal vez mi primera manera de conocer otros mundos, tal vez sea herencia de mis ancestros migrantes mi espíritu nómade me ha llevado a pisar los suelos de Brasil, México, Chile, España, Italia, África, Uruguay, Colombia, Panamá, Costa Rica, Rumania, Francia, Turquía y muchos lugares de Argentina.
Abuelos y abuelas de historias curiosas, cobijo, legados y ricas comidas, hija de una pareja de apasionados emprendedores, que de lo que amaban hacer ambos crearon nuevos mundos, allí mismo, donde vivíamos.
Ya de niña me atraía la autonomía, siempre queriendo ir un poco más lejos de lo que me daban permiso.
Mi primer emprendimiento fue la venta de pulseras hechas con cables de teléfono, claro que no las había inventado yo, vi que las hacía otra niña, al final siempre alguien nos inspira a crecer.
Comparto la vida hoy con 4 hermanos, ellos me han enseñado a dar, a reclamar, a aconsejar, a aprender, a abrazar, a callar y acompañar, a llorar y a reír hasta las lágrimas.
Cuando me forme en constelaciones hace 10 años fue un regalo para mí reconocerme parte de una enorme familia, me había acostumbrado a decir somos poquitos, eso pasa cuando trabajas tu árbol genealógico y se hace evidente cuantas personas vivieron antes que vos para que la vida te encuentre. Siento esa fuerza familiar conmigo a donde voy porque yo soy ellos.
A mí siempre me gusto vivir, en momentos se me hacía más difícil, duelos, problemas económicos, adaptación sistemas laborales, nuevas reglas, el encuentro con personas amables y no tanto, seguro al leerme puedes recordar casi los mismos ejemplos en tu vida, al final no somos tan distintos los seres humanos.
Y a la vez, todos tenemos algo que nos hace únicos y libres de vivir la vida como la queremos y vamos pudiendo vivirla. A veces las heridas nos hacen pensar que ya no existen nuevas posibilidades.
El autoconocimiento es un proceso que nos ayuda a comprender y a la vez nos mueve memorias, de las conscientes e inconscientes y las pone a jugar, así como es la vida que no pregunta.
Y claro que trabajar conmigo misma me ayudo a sanar muchas de mis heridas, a transformar mi vida significativamente con apoyo profesional. Eso me llevo a querer profundizar en trauma, en las huellas que las experiencias me habían dejado en mi sistema nervioso, como también esquemas mentales y corporales de supervivencia, hoy me hace muy feliz facilitar ese proceso a otras personas, acompañarles a crear una NUEVA PRESENCIA en su día a día y en sus proyectos.
Muchas personas me han inspirado, enseñado y tomado la mano en la vida tanto personal como profesional.
Aprendí, que es con otros, la posibilidad de vivir una existencia expandida, creativa, feliz.
Aprendí a atreverme.
Aprendí que mi decisión de ir siempre hacia un mejor lugar fue fundamental para que mi vida sea como es hoy.
Aprendí a cuidar mi cuerpo, el que me acompaña desde antes de salir al mundo, ese que crecía día a día y se preparaba para la aventura de vivir.
Aprendí de mis parejas, de todas, esas experiencias me hacen ser quien soy.
Aprendí de trabajar durante años en relación de dependencia 14 horas por día.
Aprendí a gestionar mis propios tiempos, ingresos y vivir coherente a mi espíritu nómade.
Aprendí a, SIEMPRE, seguir aprendiendo.
Gracias por tomarte unos minutos para leerme. El tiempo es lo más valioso que tenemos.
Valentina





